Los wearables, esos dispositivos electrónicos que por definición están incorporados a las prendas de vestir o complementos, están experimentando un gran auge en los últimos años a nivel global. Sin embargo, su utilidad no solo se restringe al mercado de masas, sino que también presentan gran cantidad de ventajas para las empresas.
Estos complementos se han impuesto por la ventaja de su reutilización y duración frente a las propias prendas de vestir. Pero la reducción continua de costes hará que en un futuro también sean utilizados en campos puramente profesionales. Como ya lo empiezan a ser en la Medicina y el Deporte.
¿Qué son los wearables?
Cada vez es mayor la comercialización de dispositivos wearables. Término anglosajón por el que conocemos popularmente a aquellos dispositivos electrónicos que podemos “vestir” o incorporar a nuestro cuerpo a través de nuestra ropa o complementos. La viabilidad de su funcionamiento y producción, encaminada por unos menores costes asociados. Ha hecho que dispongamos ya de una gran variedad de pulseras y relojes inteligentes. Por ejemplo, tomando ventaja sobre proyectos y prototipos como las gafas inteligentes. Que han quedado de momento aparcadas (debido a cuestiones de protección de la intimidad, y no por falta de viabilidad y utilidad).
Las funciones que se les dieron a los wearables en un primer momento. Estaban más asociadas a la medición sensorial de las propias constantes de la persona que las lleva (pulso, temperatura, …). Pudiendo ser transmitidas a otro dispositivo externo desde el que poder monitorizarlas. Pero su diseño y capacidades están mejorando de manera continua. Aumentando el nivel de análisis realizado por los dispositivos y el nivel de interacción con la persona. Como consecuencia, se está produciendo un incremento importante del número de aplicaciones de utilidad con las que se puede contar.
En un primer momento, estas aplicaciones tienen como objetivo cubrir las necesidades de los particulares. Donde estos dispositivos se están adquiriendo para el control de la actividad física: pulsaciones, pasos andados, ejercicio realizado, ciclos y calidad del sueño, etc. ¡Además de la hora!
Pero no hay que desdeñar la posibilidad que ofrecen de cara a funciones más avanzadas. Explotables desde multitud de sectores empresariales, en los que muchas compañías ya están dando pasos para adoptar una posición de ventaja frente a sus competidores.
El sector sanitario y la supervisión de trabajos peligrosos
Las capacidades de medición sensorial y la comunicación de esas constantes corporales han hecho que uno de los primeros en aprovechar las ventajas de estos dispositivos y su comodidad de uso sea el sector sanitario.
Así, los wearables han contribuido a desarrollar enormemente la telemedicina, con el control de diversas enfermedades y estados de salud a distancia, evitando el desplazamiento de enfermos y/o especialistas para revisiones o diagnósticos. Y aquí sí que están teniendo gran utilidad prendas que se pueden vestir, como camisetas o chalecos que controlan el ritmo cardíaco, frente a dispositivos que antes eran más voluminosos o difíciles de colocar.
Pero también muchos otros sectores están aprovechando ventajosamente estas capacidades, por ejemplo para la supervisión en general de las personas que realizan trabajos peligrosos. Hoy en día, la monitorización de diversas variables permite supervisar que el trabajo de los bomberos se está realizando bajo parámetros seguros, e incluso conocer su localización en todo momento. O simplemente controlar las constantes de personas que tienen que entrar en pozos, minas o sitios donde se duda de las condiciones de seguridad existentes.
Integración en los mecanismos de trabajo empresariales
De la misma manera que en un pasado se adoptaron otro tipo de sistemas para facilitar labores productivas, la comodidad de interacción con los dispositivos wearables está siendo rápidamente aprovechada para mejorar la productividad en distintas tareas.
Por poner un ejemplo, las gafas inteligentes han sido evaluadas rápidamente para facilitar las labores de picking en los almacenes. Frente a los dispositivos móviles de captura de información que no dejaban las manos libres, y frente a dispositivos como cascos de sonido, por el mayor y más rápido flujo de información que pueden proporcionar.
Las tareas de montaje y reparación también pueden beneficiarse de la comodidad de estos dispositivos para consultar información, en las gafas o relojes inteligentes, mientras se está trabajando.
En general, podrán ir desbancando a los dispositivos móviles para muchas de las labores realizadas por los trabajadores en movilidad de las compañías. Labores que serán realizadas desde dispositivos de más fácil manejo. Y que incluso pueden ser automatizadas en un futuro cercano con operaciones realizadas directamente a través de prendas de vestir inteligentes.
Marketing y comunicación con nuestros clientes
Y como en el mundo de los dispositivos móviles en general, la difusión de estos wearables entre el público hará que se conviertan en un nuevo canal por el que estar en contacto cómodamente con los clientes, actuales o potenciales.
Presentamos así en este mismo boletín un ejemplo de cómo una empresa como la EMT (Empresa Municipal de Transportes de Madrid) puede mejorar los servicios hacia sus usuarios a través de una aplicación para los relojes inteligentes que les permitirá aumentar aún más la precisión con la que los viajeros podrán sincronizar su tiempo con el de los autobuses que han de coger.
Pero las aplicaciones con las que mejorar nuestra información o servicios hacia nuestros usuarios y/o clientes podrían ser tantas como actividades realicemos. Solo hay que dejar volar nuestra imaginación y la tecnología nos permitirá cada vez logros mayores.
Jorge Ruiz Magaña
Director de la Unidad de Desarrollo de Soluciones Software de Solusoft