Herramientas digitales para el ciudadano

Herramientas digitales para el ciudadano

Estas herramientas digitales para el ciudadano están pensadas para cercarles a las instituciones. Con operaciones en línea, su objetivo es facilitar la vida de los ciudadanos. Mientras reclamamos precisamente una mayor cantidad de información y servicios. Instituciones públicas, y también cada vez más entidades privadas, están prestando atención a esa demanda. Te contamos cómo funcionan.

La revolución tecnológica en la que nos encontramos inmersos está cambiando la forma en la que nos desenvolvemos en nuestra vida diaria. Y el modo de relacionarnos con nuestro entorno. Las expectativas son cada vez mayores y buscamos que cualquier cosa que pueda beneficiarse del uso de la tecnología sea puesta a nuestra disposición con el fin de “facilitarnos la vida”.

Además, a raíz del entorno político y social que estamos viviendo en los últimos años (y podríamos decir que incluso se está remarcando en los últimos meses), la opinión pública de los ciudadanos está cobrando cada vez más importancia en el ámbito de las administraciones locales. Por esta razón, los organismos públicos necesitan mejorar sus vías de comunicación con los usuarios.

Soluciones digitales

En este contexto, las administraciones empiezan a recurrir a herramientas que permitan hacer ese marketing desde distintos ámbitos de actuación. El objetivo es, por un lado, que las entidades puedan comunicar sus acciones a los ciudadanos de una forma fácil. Que estas lleguen claramente por un canal reconocible y conocido, y no caigan en saco roto, permaneciendo en el desconocimiento de su existencia.

Pero además, se pretende que la opinión de los vecinos y ciudadanos pueda ser recogida y analizada para más tarde poder utilizarla a la hora de orientar los nuevos proyectos. Asimismo, permitirá optimizar los recursos que se empleen en la puesta en marcha de los distintos servicios, pudiendo contar en algunos casos con la colaboración de los propios ciudadanos.

Esto puede realizarse a través de canales digitales más o menos genéricos, como las redes sociales, en las que cada vez es más común que las instituciones se creen cuentas con las que comunicarse con los administrados.

Pero también cada vez más se buscan herramientas especializadas, donde se desarrollan funcionalidades más amplias y específicas para la comunicación en un determinado ámbito. Son creadas o adaptadas para la entidad en concreto y se busca la facilidad de edición y configuración por parte de los técnicos de la misma, así como la facilidad de uso y consulta por parte de los ciudadanos, a través de canales a los que están acostumbrados en los últimos tiempos. Estos canales son, hoy por hoy, las aplicaciones Web y las apps móviles, que pueden ser usadas de manera exclusiva o integrando sus ventajas dentro de un mismo sistema.

Ámbitos de uso

Son muchos los casos de uso de estas soluciones que podemos encontrar: noticias de una determinada administración, con información oficial sobre acciones realizadas; comunicación de eventos, donde se puede llegar a promover e incluso premiar la participación de los propios ciudadanos; presentación de convocatorias u oportunidades de interés para los administrados; recogida de opiniones, encuestas o reclamaciones; etc.

Los ámbitos de actuación donde estos usos pueden enmarcarse son también muy variados. Lógicamente, los entornos administrativos y burocráticos son los primeros que intentaron aprovechar las ventajas de la comunicación. Pero desde ahí su uso se está expandiendo progresivamente a otras áreas. Promoción de actividades turísticas, deportivas y culturales a los propios administrados o de cara a primar visitas foráneas. Gestión de un entorno municipal, donde se dé colaboración incluso los vecinos, aportando elementos a reparar por los operarios. Servicios de movilidad, con información sobre el transporte público, aparcamientos o préstamo de bicicletas; etc.

Ventajas de las herramientas digitales para el ciudadano

Las administraciones están aprovechando una serie de ventajas en esa comunicación mucho más directa con los ciudadanos, que residen en:

  • Comunicación extensiva y controlada de los trabajos que se realizan y los servicios que se ponen a disposición de los vecinos y ciudadanos.
  • Permitir a los mismos que se expresen (aunque canalizando siempre los medios).
  • Usar las opiniones o valoraciones para estimar la “rentabilidad” de sus acciones.
  • Usar dichas valoraciones para planificar las siguientes acciones a llevar a cabo, que procuren el mayor bienestar a los ciudadanos a partir de las opiniones anteriormente manifestadas.

Los ciudadanos son muy importantes

  • Conocimiento de todos los servicios y acciones de que dispongan o tengan lugar en su administración, municipios o mancomunidades.
  • No perder así oportunidades frente a sus vecinos.
  • Poder manifestar su opinión sobre los mismos, o al menos valorar su importancia y satisfacción ante ellos.
  • Poder participar en cierto modo en la planificación de acciones y medios de las administraciones para su entorno.

No solo para entidades públicas

Los beneficios que las administraciones públicas están obteniendo con la comunicación directa con los ciudadanos están siendo perseguidas por otras entidades, con el mismo uso de esa información o servicios útiles a los ciudadanos.

Es el caso, por ejemplo, de asesorías con la presentación de información legal procedente de la Administración, más o menos analizada, de interés para los, en este caso, obligados fiscales o laborales. Otro ejemplo son las empresas de hostelería, con información sobre lugares y eventos deportivos o culturales de su entorno, promovidos quizás por sus ayuntamientos, con los que atraer a los ciudadanos que busquen esparcimiento.

Pueden aprovechar análogamente, en general, un mecanismo de contacto directo con los usuarios. Que iría desde el momento en que ponen a su disposición información útil para ellos. En el ámbito que les ocupa y ya sea a través de redes sociales o aplicaciones propias, hasta la recogida de su opinión o sugerencias. Podrían ser incluso consultas en el ejemplo de las asesorías. U opiniones sobre los eventos que sirvan a las empresas de hostelería para realizar mejores recomendaciones a sus clientes.

Que los ciudadanos puedan expresar su opinión parece algo que interesa cada vez más. El motivo es que esa opinión servirá para conocer las demandas y necesidades de los ciudadanos, lo que permitirá centrar los proyectos en aquellos puntos que consideren más críticos e introducir mejoras basadas en sus apreciaciones.

Jorge Ruiz

Director de la Unidad de Desarrollo de Soluciones Software

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